El sumergible Titán, que implosionó durante una expedición a los restos del Titanic en el fondo del Atlántico, presentaba defectos de fabricación en su casco de fibra de carbono, revela la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos.
Detalla que se detectó la presencia de pliegues, porosidad y vacíos en el material recuperado del casco tras la tragedia.
La implosión de la nave ocurrió en junio de 2023 y dejó saldo de cinco personas fallecidas.