Responde el Gobierno de Jalisco que lo ocurrido en el caso de María Guadalupe Alcalá, cuyo cadáver estuvo en el Semefo ocho años sin poder ser identificado, se debe a las irregularidades de la anterior administración estatal en materia de personas desaparecidas.
A través de un comunicado el ejecutivo estatal señala que el cuerpo de esta adolescente es uno de los que 240 que fueron exhumados del panteón forense de Coyula, donde la anterior administración los colocó pero sin cumplir con las cinco pruebas forenses que exige el protocolo.
El comunicado señala que gracias a que ya opera el Centro de Identificación Humana se logró identificar a María Guadalupe Alcalá y entonces llamar a la señora María del Rosario Macías para informarle que se trataba de su hija.
Este jueves la señora Rosario ya recibió el cuerpo de su hija para poder sepultarlo. (Por José Luis Escamilla)