El atentado contra el expresidente estadounidense Donald Trump fue un acto de “terrorismo doméstico” perpetrado por un lobo solitario cuyas motivaciones aún se desconocen, informa el FBI, un día después del ataque que dejó a Trump herido, a un asistente a su mitin muerto y al agresor abatido.
El arma y el teléfono celular de Thomas Matthew Crooks fueron enviados a un laboratorio del FBI en Virginia.
Las publicaciones del joven en redes sociales, revisadas hasta el momento por la policía no revelaban ninguna ideología política, ni tampoco se han descubierto antecedentes de algún tipo de enfermedad mental.