En el Congreso del Estado se registró lo que podría calificarse como un golpe de estado a la mesa directiva, pues no permitieron a la diputada Claudia Murguía tomara su papel de presidenta en la sesión extraordinaria programada para este jueves.
Los dichos emitidos por la diputada en la sesión de ayer calaron hondo y fueron la gota que derramó el vaso en una relación desgastada con otras fuerzas políticas. No permitieron a Murguía sentarse en la silla de la presidencia, que fue ocupada por la diputada Fabiola Cuan, quien expresó:
“Estoy en función de vicepresidenta del Congreso, no estoy usurpando absolutamente nada, y en virtud de que la conducción de este pleno ha sido completamente parcial y no representa la institucionalidad de este pleno estoy desahogando la sesión en la que nos encontramos”.
Diputados y diputadas de ambas fracciones subieron al estrado, y finalmente se tuvo que declarar receso para resolver este problema en el legislativo. En la sesión de este jueves se tenían programado resolver temas con algunas vacantes del Supremo Tribunal de Justicia. (Por Héctor Escamilla Ramírez)