Aunque haya sido liberado, el secuestro del obispo de Guerrero, Salvador Rangel, es un síntoma muy malo, dice la candidata de la alianza Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez.
“Lo del obispo es muy preocupante porque este obispo de alguna manera es el que estuvo levantando la voz para el tema de crear cierta paz en la región de Chilpancingo. Él es el artífice de que se dejaran de enfrentar grupos criminales. No sé si es un mensaje para él, pero es muy grave lo que pasó. Es muy grave los niveles de inseguridad. Tuvimos el fin de semana en lo que va del año”.
Por ello hizo un llamado al presidente de la República a que se ponga a trabajar en la seguridad de los mexicanos en vez de estar metiéndose en la campaña presidencial. (Por Arturo García Caudillo)