Habitantes de pueblos en la Barranca del Río Santiago presentaron evidencias para ampliar la queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y que se emitan acciones para atender la contaminación que generan los lixiviados derramados por los basureros activos de Picachos y Hassars, así como de tiradero clausurado de Copalita.
Los jugos de la basura se filtran al subsuelo, dañando las cuencas.
En recorridos a pie y con dron, documentaron siguen los derrames hacia la cuenca del Río Santiago y además afectan pozos de abasto de las comunidades. Lo explica José Casillas, de la Defensa de Pueblo de la Barranca.
“Donde se demuestra perfectamente que ambos basureros están sobre una cuenca hidrológica que alimenta el río Santiago. No ha caminado, la verdad va muy lenta”.
Las organizaciones piden a la defensoría acelerar las acciones para emitir una recomendación que ayude a frenar estos daños ambientales, sobre todo porque había convenios de remediación ambiental y cierres de basureros que no han sido atendidos. (Por Héctor Escamilla Ramírez)