La política de “abrazos no balazos” se ve reflejada en la calidad de vida de los mexicanos y en el crecimiento de la economía, asegura el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier.
“La redistribución del ingreso a través de los programas sociales ha permitido que se abatan las desigualdades, que se reduzca el número de pobres. Esa es la política de abrazos, no hay que confundirnos. Abrazos no es someter nuestros cuerpos al calor fraternal, abrazos es disminuir la desigualdad, abatir las desigualdades, que son la causa primaria de que se esté dañando el tejido social en México”.
Sin embargo, debe reconocerse que la violencia y la inseguridad existen, éstos son un problema estructural y un asunto heredado que tomará tiempo para ser totalmente resuelto. (Por Arturo García Caudillo)