En su afán por retirar a las armas de fuego de las calles es que la Quinta Región Militar realizó una nueva ceremonia de destrucción que convirtió estos artefactos de muerte en residuos casi inútiles.
En total fueron destruidas 62 armas largas, 254 pistolas, 464 cargadores y más de nueve mil 300 balas.
Habla el comandante del 14 batallón de infantería, Coronel de infantería Marco Alonso Gastélum.
“Esta labor no sería posible sin la fehaciente y clara participación de las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Esta destrucción de armamento es una prueba más que los mexicanos estamos unidos en un solo propósito”.
Los residuos de las armas destruidas serán utilizados como composta o para la fabricación de nuevo armamento. (Por José Luis Escamilla)