A pesar de que hay operadores de calandrias en Guadalajara quienes se oponen a migrar de unidades impulsadas por caballos a vehículos eléctricos, choferes de unidades eléctricas afirman que, a cinco años de empezar a usar este tipo de automotores, tiene suficiente clientela y demanda.
Explicaron que si bien muchas personas les gustan los carruajes con equinos, otros optan por las calandrias eléctricas para evitar sea un caballo el que los arrastre. Gerardo Jiménez, tesorero de los operadores de calandrias eléctricas, expresó:
“Nos ha ido muy bien. Es un poquito más de tiempo para nosotros, porque no atendemos un animal, un caballo. Directamente nos venimos a donde está nuestra pensión, agarramos el vehículo y nos venimos a trabajar”.
Afirman que la operación de las calandrias eléctricas ha permitido que mujeres también puedan convertirse en choferes de estos carruajes; de hecho ya hay tres laborando, quienes además recibieron capacitación para atender a turistas. (Por Héctor Escamilla Ramírez)