Aseguran vecinos de la colonia Artesanos de San Pedro Tlaquepaque que desde hace al menos cinco años opera el horno clandestino descubierto el pasado fin de semana y que presuntamente era utilizado para reducir a cenizas cadáveres.
Aseguran vecinos que desde hace años había quienes bajaban a este barrancón para prender fuego, sin embargo el olor permitía a los vecinos pensar que ahí se quemaban seres vivos porque olía a cabello achicharrado.
“Muy sospechoso, un olor así muy feo, muy raro. Como a pelo quemado, como a carne quemada, un olor así muy feo. La garganta nos dolía, se enfermaban los niños… desde hace como unos cuatro o cinco años pero no sabíamos de donde venía ni quien hacía eso”.
En la zona no hay alumbrado público, lo que permitía que por las noches los vecinos vieran el fuego que salía de este horno crematorio construido de forma artesanal.
Si bien el interior de este barranco es de difícil acceso y en algunos puntos es un terreno fangoso, en los alrededores hay varias casas cuyos vecinos tímidamente se asoman por las ventanas de vez en vez para observar el trabajo de las autoridades. (Por José Luis Escamilla)