A tres años del hecho, el presidente Andrés Manuel López Obrador, reconoció que intervino ante el Gobierno de Estados Unidos para lograr la liberación del ex secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, porque, en un acto de venganza, la DEA fabricó pruebas para inculparlo.
“La inconformidad en el fondo es porque intervenimos ante una actuación que consideramos violatoria de nuestra soberanía por parte de la DEA y se demostró que le fabricaron delitos al secretario de la Defensa del gobierno anterior. Pero independientemente pudimos constatar de que fue una venganza y que no habían elementos”.
De esta forma justificó haberle entregado este miércoles, la presea bicentenario del heroico Colegio Militar, asegurando además, que Cienfuegos nada tuvo que ver en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. (Por Arturo García Caudillo)