Hace cuatro días que Ana no sabe nada de su hermano Jaime Miranda, uno de los cinco jóvenes desaparecidos del municipio de Lagos de Moreno.
Jaime es el más pequeño de sus hermanos y no para de llamarle “su niño chiquito”.
Sin poder contener el llanto pide clemencia a quienes se lo llevaron y bajo la promesa de no perseguirlos ruega que le digan donde está.
“Jaime es un chico, qué les puedo decir? Muy feliz, le encantaba bailar. Siempre nos tenía riendo de cualquier tontería que hacía. Él era la alegría de nosotros, era mi niño chiquito, mi hermano el más pequeño”.
Ana y los otros familiares de los jóvenes desaparecidos no saben si las investigaciones las hará la fiscalía de Jalisco o si correrán a cargo de la Fiscalía General de la República, lo único que piden es que alguien pare ya esta inseguridad que los ha golpeado hondo. (Por José Luis Escamilla)