Después de una moratoria por problemas registrados en la aplicación de la pena de muerte en el 2022, Alabama ejecutó este viernes a James Barber, condenado por el homicidio en el 2001 de una mujer de 75 años de edad.
En una breve declaración antes de ser ejecutado, Barber pidió perdón a la familia de Dorothy Epps, la mujer que mató a golpes en su casa en la localidad de Harvest del condado de Madison.
La ejecución se realizó luego que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó anoche la petición de suspensión presentada por el hombre de 64 años, que hacía referencia a problemas con ejecuciones registradas en el 2022.