Tras el anuncio del gobierno del Estado, de suspender todas las búsquedas e investigaciones sobre personas desaparecidas, si la información del hallazgo procede de llamadas anónimas, Indira Navarro del colectivo de Madres Buscadoras de Jalisco, señala que estas llamadas son su principal herramienta y no pueden simplemente pasarlas por alto.
Señala que la confidencialidad de la llamada es esencial para que la gente quiera denunciar, protegiendo al informante. Se trata de una relación de confianza, afirma la activista:
“Sí, a raíz de la mayoría son el 95 por ciento de llamadas anónimas que recibimos, el 85 por ciento son reales, o sea que sí son positivas. Hay personas que dicen que posiblemente haya, no significa que siempre va a haber un positivo”.
Navarro señaló que si se exige que el informante se identifique para la atención de las fosas, seguramente muchas personas optarían por el silencio y las buscadoras se quedarían sin su mejor herramienta para tratar de localizar a sus familiares. (Por Héctor Escamilla Ramírez)