Luego que los esfuerzos por reducir la nómina del Congreso se encuentran atascados, diputados afirman que seguirá el proceso para reducir la cantidad de trabajadores y que los puestos en el Legislativo sean obtenidos por concurso y competencias y no por compadrazgos o amiguismos.
Por lo pronto la llamada reingeniería va a trompicones: la Comisión de Administración rechazó iniciar con el servicio civil de carrera en el Congreso; se autorizó contratar 10 plazas de trabajadores supernumerarios jubilados o fallecidos en lugar de congelar estos espacios y solamente se ha llegado a un acuerdo con 13 trabajadores para darlos de baja de forma voluntaria. La presidenta de la comisión, Mara Robles, comenta:
“Uno, vamos porque se acaben los aviadores; dos, vamos por la reducción de la nómina y tres vamos por el servicio civil de carrera”.
La reingeniería surge luego que un estudio del IMCO reveló que de los mil 069 trabajadores que hay en el congreso, se podría prescindir de hasta el 60 por ciento y el Legislativo seguiría laborando sin contratiempos. (Por Héctor Escamilla Ramírez)