Los equipos de rescate en Turquía y el norte de Siria luchan contra el reloj y el frío para buscar entre los escombros a supervivientes del violento sismo del lunes, cuyo balance ya supera los 11 mil 200 muertos.
La ayuda internacional empezó a llegar a las zonas castigadas por el terremoto y sus réplicas. La primera sacudida, en la madrugada del lunes, alcanzó una magnitud de 7.8 y se sintió hasta en Líbano, Chipre y el norte de Irak.
El gobierno de Turquía decretó el estado de emergencia por tres meses en diez provincias del sureste azotadas por el sismo.