Este miércoles se cumple una semana del enfrentamiento a balazos ocurrido en la colonia Postes Cuates del municipio de Guadalajara, que derivó en el asesinato del comandante del área de homicidios de la fiscalía de Jalisco Marco Antonio Piñón Méndez.
Hoy sus padres Raquel y Alfredo, y su hermana Sagrario, continúan luchando contra el dolor y para ello utilizan los buenos recuerdos que dejó Marco Antonio.
“Mi hermano desde que yo recuerdo ha sido bien luchón, era bien luchón. Empezó desde abajo y terminó como los grandes. Me deja el mejor ejemplo que pueda tener una hermana de alguien mayor. De qué hay que luchar por los sueños, de qué hay que alcanzar todo lo que uno se proponga”.
Además de sus padres, hermana y hermano al comandante Piñón Méndez le sobreviven su esposa y tres hijas de 21, 17 y 7 años de edad. (Por José Luis Escamilla)