Los candidatos republicanos se posicionaron como la principal fuerza política de Estados Unidos en la disputa por la Cámara de Representantes, el Senado y 36 gubernaturas.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ganó la reelección para un segundo periodo al vencer al demócrata Charlie Crist, ratificando con ello su ascenso como una importante figura del Partido Republicano con posibles ambiciones de llegar a la Casa Blanca.
También fue una buena jornada para el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, quien se impuso al demócrata Beto O’Rourke.