Un expolicía mató a 37 personas y dejó heridas a otras 12 en una guardería en Tailandia.
El agresor ingresó al plantel armado con un rifle, una pistola y un cuchillo para realizar la masacre.
Posteriormente, se dirigió a su casa, donde asesinó a su esposa e hijo para luego quitarse la vida.
Entre los fallecidos hay un total de 23 menores.