La desaparición de 43 estudiantes de la normal rural Isidro Burgos de Ayotzinapa cumple hoy ocho años.
Padres y compañeros de normalistas desaparecidos realizaron ayer una protesta en el Hemiciclo a Juárez de la Ciudad de México en la que exigieron justicia para el caso, que recientemente tuvo varios avances.
La única certeza acreditada por dos gobiernos distintos que han investigado el caso es que todos están muertos y que fueron asesinados.
Las acusaciones en contra de cinco militares, ahora detenidos, por la desaparición y asesinato de un grupo de los 43 normalistas de Ayotzinapa en el 2014, están basadas exclusivamente en la declaración de uno de los sicarios más sanguinarios del cártel Guerreros Unidos, Gildardo López, “El Cabo Gil”, quien está en libertad a pesar de haber reconocido su participación en el secuestro, desaparición y presunta muerte de los estudiantes.
El general José Rodríguez Pérez, quien se entregó a las autoridades para esclarecer su situación, luego de que se le imputara por el delito de delincuencia organizada, aseguró que no hay pruebas contra los militares detenidos que vayan más allá de las declaraciones de El Cabo Gil.