Todos los días, más o menos a esta hora, un ejército de vendedores de tamales, lonches, atole, tacos, chicles y hasta cigarros invaden el banquetón de la avenida Belisario Domínguez afuera del Centro Médico de Occidente.
Los comerciantes, unos 20, con carritos, sillas y exhibidores impiden que enfermos en sillas de ruedas o con muletas puedas caminar libremente por la banqueta o acceder al Centro Médico tras bajarse de un taxi.
Además, algunos de estos vendedores utilizan cilindros de gas para calentar los alimentos.
La práctica es común entre las 10:00 de la mañana hasta poco después de 5:00 de la tarde por el banquetón del Centro Médico de Occidente, donde nadie puede pasar. (Por José Luis Jiménez Castro)