Casi mil personas murieron y más de 600 resultaron heridas en un potente terremoto que golpeó el este de Afganistán.
El sismo de magnitud 5.9 se produjo cerca de la frontera con Pakistán, donde la población ya vive en condiciones precarias.
El balance de la tragedia ha incrementado rápidamente, mientras las autoridades advierten que las cifras aún podrían elevarse.
Los servicios de rescate del país, limitados desde hace tiempo, no cuentan con capacidad ni elementos para enfrentar una catástrofe de tal magnitud.