La Organización Meteorológica Mundial confirmó que 2024 fue el año más caluroso de la historia, con los últimos diez años siendo los más cálidos jamás registrados.
El informe señala que los niveles de dióxido de carbono están en su punto más alto en 800 mil años, provocando fenómenos climáticos extremos, crisis alimentarias y desplazamientos masivos.
António Guterres llamó a los líderes mundiales a tomar medidas urgentes para frenar el calentamiento global, mientras que activistas y científicos advierten que retrasar la eliminación de combustibles fósiles agravará la crisis.
La situación se complica con la postura del presidente Donald Trump, quien ha reducido compromisos climáticos, generando preocupación sobre el futuro de las políticas ambientales.
