Para la abogada Anayeli Gálvez, especialista en derecho animal, la muerte de la niña Heidi, de dos años, a causa de haber consumido una gallete envenenada que arrojó uno de sus vecinos en Tototlán, Jalisco, en días pasados debe sancionarse como homicidio calificado, pues llevaba toda la intención de hacer daño a un ser vivo.
“Si a mi me correspondiera calificarlo, yo lo calificaría como homicidio calificado ¿por qué? porque se fa la circunstancia en la que el sujeto está consciente de lo que va a hace, lo planea y en este la pena es de 20 a 40 años de prisión”.
Agrega que por las lesiones a la prima de la niña fallecida, quien también comiera de la galleta envenenada, la sanción sería de dos a seis años, y en caso de que hubiera muerto el perro de la familia la sanción llegaría de dos a tres años, ya que desde el año del 2014 también se califica en Jalisco el maltrato animal. (Por José Luis Jiménez Castro)