La protesta de los pepenadores del basurero de Los Laureles suma 11 horas y se convirtió finalmente en una prueba de resistencia. Han caminado ya 25 kilómetros y en unos minutos más llegarán a las puertas de Palacio de Gobierno que es resguardado por elementos femeninos de la Policía Vial.
Los manifestantes demandan opciones de trabajo tras el cierre de Los Laureles y advirtieron que de no tener una respuesta incluso se quedarán a dormir en Plaza de Armas. La lideress Araceli Batres se adelantó para reunirse con las autoridades.
Mientras está protesta continúa, el problema de la basura se agrava: habitantes de Ixtlahuacán de los Membrillos advierten protestas en el ingreso a la cabecera municipal, pues se oponen a qué un centro de transferencia privado se convierta en el nuevo receptor de la basura de Tonalá y El Salto. (Por Héctor Escamilla Ramírez)